La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Utrecht, en Holanda sostiene que estos factores, serían la causa de un aumento súbito de la presión arterial, lo que supone un riesgo muy conocido de accidentes cerebrovasculares.
Pero además, los investigadores, hallaron otros factores que podrían propiciar un derrame cerebral, y que son bastante comunes en la vida cotidiana. Según esta lista, publicada en la revista Journal of the American Heart Association, el primer puesto lo ocupa el consumo del café, al que se le atribuye el 10,6% de las hemorragias, le siguen hacer ejercicios físicos pesados con un 7,9%, sonarse la nariz con un 5,4% y practicar sexo con un 4,3%. Otras actividades, como hacer esfuerzos para defecar, asustarse, consumir refrescos de cola y enojarse, cerrarían la lista.
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